UNA DÉCADA, UNA MEDIA DÉCADA, UNA AUSENCIA |
El mejor |
Por: Javier Porta Fouz. En unas semanas (el 31 de agosto) se cumplirán 10 años del estreno de Nueve reinas. Poco después (el 15 de septiembre) se cumplirán 5 del estreno de El aura. Según este ritmo, Fabián Bielinsky debería estar por estrenar en 2010 su tercer largometraje y sacudir al cine argentino con otra obra maestra. Pero Bielinsky murió el 28 de junio de 2006, un día que marca la mayor pérdida para el cine argentino presente y futuro. |
En una entrevista publicada en El Amante en ocasión del estreno de Nueve Reinas, Bielinsky respondía sobre sus referentes cinematográficos. Lo primero que mencionaba era: “cine americano, clásico y muy fuertemente narrativo”. Podría decirse que en sus largometrajes Bielinsky se nos presentaba como un cineasta “americano” cabal, de esos que agregan talento y experiencia a un saber hacer que existe previamente. Una de las magias de Bielinsky consistía en hacernos creer que existía, en el cine argentino, un saber hacer que lo precedía. Pero en realidad se trataba de un hombre extraordinario que creaba, galvanizaba ese saber hacer. Bielinsky fue un fenómeno solitario, un accidente feliz que duró mucho menos de lo que el cine lo necesitaba.
Pero si la presencia de Bielinsky fue un accidente feliz para el cine argentino, sus películas fueron no fueron nada azarosas sino planificadas al milímetro, pensadas, sentidas. Y amadas, por el director y por el público. Obras de un obsesivo, de un tímido inteligentísimo (como Borges, y no por nada Bielinsky adaptó a Borges en su corto La espera, de 1983), Nueve Reinas y El aura son un legado cinematográfico inconmensurable. Bielinsky hacía su cine desde una enorme sabiduría cinéfila y con la seguridad del manejo de la narración clásica, y sabía plasmar sus saberes en un cine contemporáneo y argentino. Al final de Nueve Reinas veíamos el colapso del personaje de Marcos (Ricardo Darín, y esa es la película de su consagración definitiva como actor de cine) ante el cierre de un banco, que adelanta el colapso de 2001. En El aura, el taxidermista (otra vez Darín), despertaba en un cajero automático al comienzo de la película.
En 2007, la gente de Picnic Editorial (http://www.picniceditorial.com.ar/) me pidió un estudio crítico sobre El aura, para su Colección de libros sobre el Nuevo Cine Argentino (el libro sale ahora en septiembre, y el primer párrafo de esta nota, apenas modificado, proviene de él). Vi muchas veces El aura y puedo citar no pocos de sus diálogos de memoria. Mientras estaba trabajando sobre la película, con la que estaba muy familiarizado, volví a ver Nueve Reinas, que no veía desde antes de la muerte de Bielinsky. La vi de corrido, muy concentrado, y había detalles que se me habían olvidado. Cuando terminó, con la canción Il ballo del matone, cantada por Rita Pavone, luego del “me acordé cómo era” de Juan/Sebastián (Gastón Pauls), lloré. Lloré por la perfección de la película, y porque Bielinsky no iba a volver a hacer otra. Era la segunda vez que lloraba por Bielinsky, y eso que apenas lo había visto y charlado brevemente con él una sola vez. Pero al enterarme de su muerte por un mail en un cyber en Praga, lloré, y fue la única vez que lloré ante la noticia de la muerte de un director de cine. Tal vez haya sido porque estaba solo en una ciudad desconocida, o tal vez haya sido porque la pérdida era demasiado grande: el cine argentino es hoy mejor gracias a las películas que nos legó Bielinsky, pero sería mucho mejor con él en actividad, con su figura amable acumulando DVDs (y los blu-rays que no llegó a conocer) de cine americano de los setenta.
FUENTE: www.hipercritico.comAUTOR: Javier Porta Fouz
Recomendada por: Diego Battle
Fabián Bielinsky
Buenos Aires 3 de Febrero 1959 - Sao Paulo 28 de Junio de 2009
http://scopofilias.blogspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario